viernes, 19 de noviembre de 2010

La hostia

Dos años después
soy optimista.
Aunque sólo sea por la sensación
de que ya no nos puede ir mucho peor.
De que ya sólo podemos ir hacia arriba
aunque sólo sea por la inercia del rebote.

Del rebote posterior a la hostia
que nos hemos dado entre todos.
Entre todos y todos a una.
Todos a una y contra una.
Contra una que no es otra
que la cruda realidad.